Vanille de Tahiti de Perris Monte Carlo

Familia Olfativa: Oriental Vainilla

Notas de Salida: Champaca, Ylang-ylang

Notas de Corazón: Vainilla

Notas de Fondo: Sándalo, Ámbar, Almizcle

Perfumista: Gian Luca Perris

Año de Lanzamiento: 2020

Vanille de Tahiti de Perris Monte Carlo es mucho más que una fragancia: es una invitación a cerrar los ojos y dejarse llevar por una experiencia sensorial que evoca playas doradas, flores exóticas que se mecen con la brisa del océano y el calor envolvente del sol tahitiano. Esta creación olfativa, firmada por el talentoso Gian Luca Perris, nace con la ambición de rendir homenaje a una de las materias primas más exquisitas de la perfumería: la vainilla.

Desde el primer instante, la fragancia despliega una apertura floral luminosa y embriagadora, donde la champaca, con su carácter especiado y oriental, se funde con la opulencia del ylang-ylang, tan característico de las costas polinesias. Esta combinación inicial no solo aporta un aura exótica y tropical, sino que prepara elegantemente el camino para el corazón cálido y gourmand que está por revelarse.

La vainilla tahitiana, auténtica protagonista de esta composición, surge con una intensidad cautivadora. No es la típica vainilla empalagosa o excesivamente dulce, sino una vainilla rica, aterciopelada, envolvente. Su perfil es profundamente cremoso y floral, con matices suaves de cacao y tabaco dulce que hablan de la complejidad de su origen y del respeto con el que ha sido tratada en esta fórmula.

A medida que la fragancia evoluciona sobre la piel, las notas de fondo comienzan a aflorar con elegancia y profundidad. El sándalo, con su carácter lechoso y amaderado, aporta una base serena y sofisticada, que se entrelaza con un ámbar dorado y resinoso, generando una sensación de calidez solar que recuerda a una puesta de sol en Bora Bora.

El almizcle blanco, por su parte, redondea la composición con una caricia final suave, etérea, casi sedosa. Aporta una sensación de piel limpia, de intimidad, de cercanía, que convierte a Vanille de Tahiti en una fragancia envolvente, reconfortante y adictiva.

Esta creación no solo destaca por su calidad excepcional y su refinamiento, sino también por su versatilidad. Puede acompañar tanto una mañana luminosa como una velada íntima, desplegando su magnetismo de forma natural y sofisticada en cualquier contexto.

Vanille de Tahiti es ideal para quienes buscan una fragancia de vainilla de alta perfumería, alejada de clichés y construida con sensibilidad artística. Su carácter unisex la hace perfecta tanto para mujeres que desean un perfume cálido como para hombres que aprecian las notas gourmand con una impronta elegante y atemporal.

Al final, lo que deja Vanille de Tahiti en la memoria es una sensación de escapismo puro. Como una postal olfativa de la Polinesia, este perfume consigue capturar la esencia del exotismo, la ternura del abrazo solar y la dulzura de los recuerdos que perduran para siempre. ¿Lo escuchas? Es el susurro de las olas y el aroma de la vainilla meciéndose en el aire.